A veces simplemente todo se queda en off, se paraliza. Para darnos un
poco de espacio o simplemente para que podamos reflexionar con cierta
tranquilidad. Nuestro propio reloj interno pausa nuestro análisis sobre
lo que ocurre, lo hace invisible, inapreciable, para que seamos capaces
de observar nuestros propios mecanismos internos y mentales, y ver qué
es lo que funciona, qué es lo que no funciona, y qué funciona en la
parte equivocada del mecanismo.
Pero observar eternamente no es la clave, ni siquiera llega a ser una
situación temporal. Si Dorian Gray se hubiera decidido a observase
eternamente su retrato se habría consumido al instante. Si Rick Deckard
hubiese programado en el climatizador del ánimo Penfield un estado de
ánimo que le hiciese estar de acuerdo con todo, muchos androides que
habían matado a sus dueños habrían seguido campando a sus anchas.
O puede que...
Puede que ningún libro nos vaya a salvar de mirar dentro de nosotros mismos.
Por mucho que leamos situaciones decadentes en las palabras de Bukowski,
envueltas en temáticas de sexo, alcohol, apuestas y miseria humana,
nuestra vida no va a ser más o menos decadente. Distraerá nuestra mente,
pero por suerte o por desgracia no cambiará nuestro mundo.
Y por mucho que leas lo que ocurre en el 123 de paper Street, y los
planes del proyecto no vas a conseguir que tu mente se radicalice, ni va
a resonar continuamente en tu cabeza "lo sé porque Tyler lo sabe" entre
un mar de insomnio que haga que cada día parezca una copia de una copia
de una copia. No pelearemos en el sótano de un bar sin camisas ni
zapatos, aunque estemos llenos de odio y rabia, , no recitaremos unas
reglas que no debiéramos conocer. Por mucha rabia que llevemos encima
estas batallas como mucho ocurrirán dentro de nuestra mente, nada más.
Ninguna historia nos cambiará de golpe...
Ni escuchar norwegian blues nos va a convertir en Watanabe, ni va a
hacer que tengamos una historia hermosa y trágica con una chica llamada
Naoko.
Las historias nos ayudan a escribir y reescribir nuestra mente y
nuestras ideas, pero tenemos que estar dispuestos de antemano a que eso
ocurra, ya que de nada serviría tratar de moldear arcilla ya fría. Las
nuevas ideas solo sirven de algo si caen en mentes que estén dispuestas a
recibirlas.
Jack
Entrada tambien en http://elphdelasideas.blogspot.com.es/2015/06/inconsciencia-programada.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario