Funcionamos a través de razones, de motivos, de porqués.
Podremos tener delante el momento adecuado y perfecto, y en la cabeza todos los tópicos que queramos sobre que el momento adecuado no ocurre dos veces, que ciertas oportunidades no se repiten y demás, pero aún así, si no tenemos un motivo, una razón clara, no haremos nada.
Podremos tener el plan perfecto, calculado y adecuado para acercarnos lo más posible al 100% de efectividad aunque no lleguemos jamás a esa cifra, pero si no tenemos un motivo para ir más allá, de nada nos servirá, nos faltará la motivación y concentración necesaria para hacer efectivo el plan con todas sus garantías.
Necesitamos motivos, y todo lo que hacemos tiene un motivo detrás de sí. O puede que durante una epoca hagamos las cosas sin un motivo concreto pero eso no va a durar para siempre. Con el tiempo aprenderemos a economizar nuestro esfuerzo y energía y solo nos dejaremos la piel en aquellas cosas que queremos hacer. Todo lo demás se saldrá de nuestros parámetros posibles. Por mucho que queramos, nadie se tira piedras a su propio tejado, y si lo hace es porque tiene una buena razón.
Jack
Y tienes mucha razón, saludos me gusta lo que escribes y piensas
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