martes, 28 de julio de 2015

Soltando lastre

Suelta esa decepción, que quema en la mano, déjala caer desde lo alto del precipicio, déjala caer y mira cómo cae, cómo se aleja, cómo rebota en cada roca. Y por último, escucha el glorioso sonido que hace al hacerse añicos contra las rocas, y como suena el mar cuando la aleja de la costa, a un lugar donde a nadie le volverá a molestar.
Hay algunas que son más resistentes, que están aferradas a nuestra mano. Pero nos la podemos arrancar, nos quitaremos piel, nos dolerá, pero será mejor que la reacción de esa decepción. Si esa decepción sabe que vamos al precicipio, no dará muestras de su agilidad, esperará a que la lancemos y tratará de empujarnos con ella al fondo, donde todas las demás decepciones rotas descansan. Si no luchamos y tratamos de vencerlas, nos acabarán lanzando, y volver a subir ese acantilado será de todo menos agradable.
Y está las peores, las que se te necrosan en el cuerpo y tratan de hundirte, de manejarte,de alejarte de ese precipicio del que saben que no saldrían vivas. Y cuanto más les dejemos que nos manejen, más nos controlarán y nos alejarán. Eso es el autoengaño. Y para salir del autoengaño solo hay una solución, y es tocar fondo, en ese precipicio metafórico, debemos lanzarnos, tocar fondo, y dejar que esas decepciones se rompan en mil pedazos, y después, rehacernos de nuestras cenizas. Solo si hacemos eso volveremos a alzarnos victoriosos desde lo alto de precipicio.
Ese precipicio metafórico es nuestra autoestima, y cada vez que desde lo alto que alcanza nuestra autoestima lanzamos algo que nos molesta, desaparece de nuestra vista y deja de ser un problema. Pero si  nos autoengañamos no hay más solución que tocar fondo ya que toda altura que creamos vivir será plenamente inventada, mirar a los ojos a la realidad, y volver a recuperar el control de nosotros mismos desde cero, por duro que suene.

Jack

lunes, 27 de julio de 2015

Némesis.

Detrás de tanta "maldad", de tantos golpes por capricho, de tanta indiferencia, de tanta mente fría y calculadora hasta en los momentos más delicados, después de todo eso, hay una niña. Con toda la inocencia y el miedo que refleja la palabra. Llena de dudas, de preguntas, de desesperación al no saber lo que le pasa. Una niña cansada. Cansada de los infinitos sinsentidos que nacen en su cabeza y desembocan en acciones que terminan por destrozar todo lo que haya a su paso, incluida ella misma.
Seré sincera. Esa niña no se arrepiente del mal que ha causado, y no será hipócrita diciendo que sí, que lo siente mucho. Porque la vida es así, o soy yo o es el resto y sinceramente esa etapa de pensar en el resto la pasé hace bastante tiempo para dar paso a una nueva etapa. Tal vez no sea una etapa mejor, tal vez sea una etapa incluso peor pero a pesar de ello, es el momento más glorioso de mi vida. Podrá sonar egoísta, porque lo es para el resto de personas, pero yo me adoro así.
Me hundo a mí misma para más tarde recoger mi cuerpo inerte y resucitar con más fuerzas aún.
Yo, la única persona que realmente me amará por el resto de mi vida, mi liberación y mi condenación,  mi propio némesis.
Y es desgarrador, es casi insoportable el dolor que se siente al no poder entender lo que realmente deseo, al no entender lo que hago, al no entenderme. Pero es hermoso, la incertidumbre es lo más bonito que pueda existir. Aquello que escapa de nuestra lógica y crea nuevas sorpresas. ¿No es bonito encontrar esa sensación en nosotros mismos?
Al final de todo esto no logro sacar una idea en claro. No sé si es bueno. No sé si es malo. No sé si sirve de algo el hecho de intentar explicarlo. No sé si lucho, o simplemente descanso.

Lili


domingo, 26 de julio de 2015

Ni cuándo ni cómo

Funcionamos a través de razones, de motivos, de porqués.
Podremos tener delante el momento adecuado y perfecto, y en la cabeza todos los tópicos que queramos sobre que el momento adecuado no ocurre dos veces, que ciertas oportunidades no se repiten y demás, pero aún así, si no tenemos un motivo, una razón clara, no haremos nada.
Podremos tener el plan perfecto, calculado y adecuado para acercarnos lo más posible al 100% de efectividad aunque no lleguemos jamás a esa cifra, pero si no tenemos un motivo para ir más allá, de nada nos servirá, nos faltará la motivación y concentración necesaria para hacer efectivo el plan con todas sus garantías.
Necesitamos motivos, y todo lo que hacemos tiene un motivo detrás de sí. O puede que durante una epoca hagamos las cosas sin un motivo concreto pero eso no va a durar para siempre. Con el tiempo aprenderemos a economizar nuestro esfuerzo y energía y solo nos dejaremos la piel en aquellas cosas que queremos hacer. Todo lo demás se saldrá de nuestros parámetros posibles. Por mucho que queramos, nadie se tira piedras a su propio tejado, y si lo hace es porque tiene una buena razón.

Jack

jueves, 23 de julio de 2015

Imitación tóxica

Escuchando una canción me he cruazdo con la siguiente frase "Para ser feliz no aprendas del aprendiz" y para ser una frase tan simple, me ha dado en qué pensar. A veces tratamos de aprender a ser felices viendo como lo son otros. "Esa persona parece feliz practicando X deporte, debería practicarlo yo" "esa otra persona parece feliz comprándose ropa, debería comprarme ropa nueva" o "esa persona es feliz follándose a todo lo que pilla, debería hacerlo yo también". Es cierto que venimos de primates y que tenemos un reflejo de imitación bastante grande, pero en situaciones como estas se nos vienen en contra la verdad. Puede que X persona parezca feliz haciendo algo, pero eso no garantiza que realmente lo sea, ya que las personas también sabemos fingir la felicidad, y puede que a uno mismo esa solución no le sirva para alcanzar la felicidad. La felicidad es algo muy propio, muy personal, y está formado de tantas pequeñas cosas distintas en cada persona, que es absurdo que por imitación la vayamos a alcanzar. Que sí, que tendremos que probar por ensayo y error continuamente a ver qué es lo que vamos sintiendo, y que sensaciones nos da lo que hacemos, pero hacerlo siempre por imitación acaba siendo tóxico.

Jack

lunes, 20 de julio de 2015

Éxito voluble

A veces el éxito está en vencer por encima de muchas más personas.
En otras ocasiones el éxito es no salir mal parado de las situaciones que no pudimos salir vencedores.
En otras está en sacar al menos algo de botín de una batalla escasa y difícil.
A veces está en conservar tu determinación a pesar de haber sido destrozado por la maquinaria de aquello que intentaste realizar.
Puede que en alguna ocasión el éxito lo marque un gran trofeo.
Y puede que a veces tu éxito sea el saber que aunque en ese momento eres un montón de ceniza en el suelo, en un momento dado renacerás como un fénix y todo volverá a empezar.
Hay pocas cosas tan volubles como el éxito, quizás solo la felicidad, pues ambas dependen en todo momento de nuestra situación personal en el momento concreto y de cuál sea nuestra aspiración.

Jack

domingo, 19 de julio de 2015

Fortaleza


La mayor fortaleza se esconde tras los muros más simples, más básicos, menos decorados. Tras aquellos que todo el mundo, por comunes, dejar de mirar tras los dos primeros vistazos.

Jack

¿Autocompasión?

Y a pesar de que soy plenamente consciente de que toda la culpa es mía, me gusta que el resto no lo vea así. Que se equivoquen y crean que simplemente me autocompadezco.


martes, 7 de julio de 2015

Contaminados con sueños

Nos han dicho que podemos ser lo que queramos, mientras se nos educaba para ser menos exigentes con aquello a lo que podíamos aspirar. Se nos ha animado a estudiar carreras, tener grandes estudios, luchar por un trabajo de ensueño, para luego ofrecernos lo mismo que tendríamos sin haber estudiado, solo que con un título muy caro. Se nos ha enseñado lo increíble que es la velocidad, y la sensación que deja, pero luego se nos prohíbe la misma. Se nos ha dicho que no dejemos que nadie nos pise, pero luego se nos inculca que casi hay que lamerme los zapatos al jefe. De pequeños nos dicen que todo es posible, y de adultos que si de verdad podemos permitirnos tenr sueños con esos sueldos y una hipoteca a las espaldas. Es unputo mundo bipolar, donde han hecho volvar a nuestras mentes, para luego devolverla a ostias al suelo.

Jack

domingo, 5 de julio de 2015

Clasificados

Convertimos a las personas en estereotipos, lo cual hace que si alguien tiene un 60% de los rasgos de una tribu urbana, para nosotros y nuestro entendimiento estará en esa tribu urbana. ¿Y está esto justificado? Es demasiado pretencioso creer que porque se parezca en porcentaje alto a los miembros de una tribu urbana o de un arquetipo social va a tener que pertencer obligatoriamente al mismo. Y en realidad no es justo, porque cada persona es una construcción de muchas cuestiones diferentes, para que sea tan fácil definirlas con una sola palabra. Los estereotipos pesan. Igual que se cree que la gente atractiva no es demasiado lista, cuando realmente el atractivo y la inteligencia tienen poco que ver, se pueden dar ambas en cualqueir porcentaje y combinación posible en cualquier persona. O que una persona de rostro dulce no pueda ser morbosa. No sé, no es que nos fijemos demasiado en las apariencias es que construimos nuestras propias teorías sobre esas apariencias y ya es lo peor, pues ni siquiera la base donde construimos nuestras teorías es realmente sólida. E incluso peor que esto son los "bienqueda" esa masa de personas que hacen como que aceptan todo, y que todo es excepcionalmente bueno, y no se pueda ni criticar dentro de unos límites teniendo en cuenta que alguna de estas cuestiones son, como poco, nada sanas, como por ejemplo, gente que llena sus perfiles de publicaciones a favor de gordibuenas y fofisanos pero luego no eligen a nadie fuera de la gente atractiva o los tipicos mazados de gimnasio. Cada uno que haga lo que quiera, pero en ciertos comportamientos se nota que lo que falta es mucha coherencia.

Jack

Diferencia indiferente

¿Alguna vez te has planteado en cuántos planes vitales entramos de los que no somos apenas conscientes? Es probable que sean muchos más de los que podamos imaginar, y en cada uno de ellos cambiamos los papeles. En alguno entraremos como compañero de quien hace el plan, en otros como un némesis (a veces necesario y en otras innecesario para activar la acción propiamente dicha), en otras como un colaborador necesario, en otras de observador imparcial, en alguna como simple parte del paisaje... Para cada vida tenemos un papel y no hay dos papeles iguales, incluso aunque dos personas nos quisieran para un mismo papel, no sería el mismo guión el que estuviera planteado para nosotros.
Y uno mismo también lo hace, incluye en sus planes vitales a muchas personas distintas, asignándoles papeles disitntos dentro de esos planes. Y al final, ambos tipos de interacción se juntan y dan lugar a las complejas relaciones que vemos día a día, de cualquier tipo.

Jack

sábado, 4 de julio de 2015

TODO y NADA

TODO y NADA no son distintos. Son partes del mismo círculo, unas veces estarás rozando uno de ellos con la punta de los dedos, y otras veces te estarás hundiendo en la otra. Pero no están tan separados, solo son partes de una rueda en la que papostamos y giramos continuamente, pero lo que nos movamos en la rueda dependerá en su mayor parte de lo que apostemos, ya que nos dará mayor variabilidad. Con una apuesta alta, podemos pasar de NADA a TODO en un momento, o de TODO a NADA en la misma cantidad de tiempo, sin que esto implque que sean contrarios. Solo son puntos del mismo círculo. Pero nunca queremos saber que NADA existe si estamos muy cerca del TODO, y aprovechamos y apostamos poco, y siempre estamos ojeando en el horizonte si vemos a TODO cuando estamos hundidos en el fango de la NADA. Depend de lo que queramos buscar, y del punto en el que nos encontremos, querremos ver más cerca o lejos del punto en el que nos hallamos.

Jack

jueves, 2 de julio de 2015

Sudor y tabaco.

Recibo a la noche llorando, como siempre, de impotencia. Decido tomarme un descanso y me dirijo a la ventana con un paquete de tabaco y nada más. Asomo al llegar, la cabeza, con los ojos cerrados, intento que me llegue el olor a pino que desprenden los árboles de la vuelta. En vez de esto, huelo a contaminación y a muerte. Me intoduzco de nuevo dentro de la habitación con mal cuerpo. Me tiembla el pulso pero aún así saco un cigarro y me lo coloco entre los labios. Allá vamos. Tomo el mechero con la mano derecha y lo enciendo. Aspiro. La piedra quema y lo devuelvo a la caja. Cojo el cigarro con dos dedos y tras soltar el humo me lo vuelvo a llevar a la boca. Me hipnotiza ver cómo sale lentamente, poco a poco. Entonces empiezo a olvidar por qué estoy fumando sentada en la ventana, mirando hacia la luna, que lo ilumina todo. Le pido que me haga feliz al menos un momento. Se consume poco a poco el cigarro y lo apago. Otro le sigue.
Son ya las cuatro de la mañana y llevo dos horas en la ventana. Decido moverme con un sabor apagado de tabaco en la boca. Me caigo en la cama y me cubro la cabeza con la sábana. Apenas veo nada, sólo la luz que se cuela por la ventana. Ahora sólo escucho el silencio. O quizá no, quizá sea un silencio falso porque...puedo oír las manecillas del reloj, infrenables, las motos aceleradas en la carretera, los borrachos del bar de abajo que se quejan porque no pueden pagar, a los árboles susurrar.
Se me pega la sábana a la piel, estoy sudando y no sé si es de calor o excitación ya que estoy desnuda. Debería sentirme agobiada por ello, pero me niego, esta noche decido disfrutarla a solas.

Abrahel.

miércoles, 1 de julio de 2015

Una de mordazas

Hoy me toca hablar de política, ya me gustaría hablar de mordazas por un tema de mordazas por BDSM o algo así. Pero no, hoy nos han puesto una puesto una mordaza gubernamental, gigantesca. Quitándonos y criminalizando el derecho de protesta. ¿Que no tienes hipoteca? No pasa nada, si te detienen en una manifestación tendrás que pedir un crédito para pagar la multa, así que ya tendremos nuestra propia hipoteca. Por no decir que si grabas a un policía pegando a un manifestante de manera injusta, probablemente los únicos que tengáis sanción seáis tú, por grabarlo y difundirlo, el manifestante por estar en la manifestación, y el policía se irá de rositas. Y se nos podrá retener más tiempo en una comisaría, etc, etc...
Lo que no entienden es que criminalizar algo que entra en una conducta normal solo convierte a la gente en los criminales en los que pretenden convertir. En la época medieval, para evitar el pillaje y los robos, se empezó a castigar el robo con la pena de muerte, la misma que tenía el asesinato. Así que aquellos que robaban empezaron a matar a los expoliados pues ya que la pena era la misma, si les pillaban ya... además al matar a la persona robada disminuían las posibilidades de que les cogieran.
Pues criminalizando la protesta ocurre lo mismo. Si nos cuesta lo mismo juridicamente una manifestación pacífica que una violenta, estáis abocando a que la gente, sabiendo que la pena será la misma, haga manifestaciones violentas. Total, ya que se les va a castigar con la misma pena.
Luego, puede que se preocupen porque las manifestaciones disminuyan en número, pero es que la mayor protesta que va a realizar este pueblo, va a ser en las urnas, que parece que es el único momento en el que les interesa nuestra opinión. Y al igual que han cambiado las leyes para callarnos, las leyes cambiarán para castigarles por todos estos años que nos están dando. El tiempo lo devuelve todo.

Jack